(la Alhambra)
(vista de la alhambra)
y por fin a las tres de la tarde, cansado, sediento, hambriento y con la lengua pegada en la boca, nos hemos sentado a tomar cañas, ¡niño, siete cañitas!, y lo que salga de tapa. ahora si, ya nos pueden dar las tantas aquí arriba que ahora si que estamos bien. pero nadie me dijo que había que bajar. y por la forma de quejarse, a alberto tampoco. mi madre, que pedazo de cuesta abajo, y como no, se han empeñado en atajar, y con MARIPURI en la maleta, en el hotel. que ¿qué paso?, pues lo que tenia que pasar, que bajamos, nos dimos cuenta de que por ahí no era, y tuvimos que volver a subir antes de volver a bajar.
el horror, el horror...
(una pedazo cuesta abajo granadina)
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